Descubre El Valle de Lecrín a través de sus rutas senderistas

Las 5 rutas senderistas más bonitas para descubrir el Valle de Lecrín

¿Eres amante de los deportes al aire libre? ¿Te gusta realizar senderismo y conocer nuevos ambientes y lugares? Aquí te traemos una selección de rutas senderistas muy sencillas de realizar para disfrutar de un agradable día totalmente conectado con la naturaleza. ¿Te lo vas a perder?

1. Sendero de la Pavilla y Cascadas de los Cahorros, en Nigüelas. 

En Nigüelas aún se conservan las antiguas acequias musulmanas, y en esta ruta podrás ver el sistema hidráulico todavía en uso para el reparto de las aguas entre diferentes pueblos como por ejemplo Dúrcal, Acequias o Mondújar.

Si partimos de la Plaza de la Iglesia de Nigüelas, ascendiendo nos encontraremos la fuente de los músicos, situada frente a una de las más amplias acequias del pueblo. Continuando recto, encontraremos el partidor de aguas de la pavilla coronado con una cruz de piedra, el cual, como su propio nombre indica, parte el agua en dos acequias, una encaminada a Dúrcal y otra a Nigüelas.

En apenas 30 minutos se puede realizar esta bonita ruta. Justo al inicio, podemos observar varias casas-cuevas, algunas de las cuales han sido reformadas y lucen preciosas.

En diferentes tramos del sendero nos encontramos con rejas metálicas que facilitan el paso allí donde la acequia estaba al descubierto, por lo que podemos ver el agua correr bajo nuestros pies. 

El sendero está adecuadamente equipado con barandas de madera en nuestra derecha que protegen frente al tajo de la montaña hacia el río Torrente, y con refuerzos en aquellas zonas que tienen alguna mayor complicación.

Finalizando esta travesía nos encontraremos con el distribuidor de aguas que se dirige hacia El Valle de Lecrín y hacia Nigüelas. Cruzando el río Torrente y continuando el camino hacia la izquierda llegaremos a la presa y a la Central Eléctrica de Nigüelas.

A través de una pequeña senda, justo a la izquierda de la Central, llegaremos al río por el que hay que continuar escalando ciertos obstáculos, hasta las Cascadas de los Cahorros.

2. Ruta de los Bolos, Dúrcal.

Comenzamos desde el sendero que hay justo debajo del Instituto “Las Arenillas”. Se trata de una ruta bastante fácil de seguir si tenemos en cuenta que el camino nos lo marca en todo momento la Acequia Mahina o el Río Dúrcal.

Llegamos a un punto en el que la acequia se pierde y tenemos que atravesar el río y subir una cuesta que nos lleva de nuevo a la misma acequia, pero en esta ocasión con un camino mucho más ajustado. Es recomendable ir por dentro de la misma acequia. Durante este trayecto nos encontramos con lugares bastante estrechos y con rocas que debemos bordear. 

Comenzamos a ver unas llaves destinadas al control de las aguas, y es cuando bajamos al río y ascendemos por él durante el resto de la ruta. A pocos metros encontramos la primera cascada; aquí ocasionalmente hay formada una poza donde se puede disfrutar de un baño. Continuando por las aguas del río y escalando algunos de los montones de rocas que nos encontramos (son rocas erosionadas por el agua que resbalan, tened en cuenta que vosotros también estaréis mojados de atravesar el río ¡así que cuidado!) llegamos al gran salto de agua de esta ruta, la Cascada de los Bolos. 

En la actualidad se trata de un camino muy masificado en los meses de verano debido a la gran fama que ha ido forjándose esta preciosa ruta. Podemos llegar a encontrarnos con más de 100 personas realizando este camino y disfrutando de las aguas del río Dúrcal. Os recomendamos que realicéis esta ruta bien equipados, con zapatillas de deporte (pensad que las vais a mojar), una muda de ropa y bañador.

3. Ruta de los Baños de Urquizar, Dúrcal.

Esta ruta la comenzamos desde la Ermita de San Blas, que se encuentra al inicio de la localidad e Dúrcal. Tras ella, continuamos por la calle Pensamiento, donde encontramos un letrero que nos señala que vamos camino a los Baños de Urquizar. Debemos proseguir por el camino semiasfaltado hasta pasar por debajo del puente de la Autovía (A-44). 

Continuando por el camino, damos con una pequeña cuesta con pinos a ambos lados, y después la bajada por la que se puede visualizar Cónchar a lo lejos.      

En una de las curvas que encontramos en el camino, daremos con otro letrero que nos indica hacia dónde queda cada uno de los baños, Baño Grande a la izquierda y Baños Pequeños a la derecha.

• Baño Grande. 

  Hay que bajar por el camino de pierdas que queda a mano izquierda, y continuar la senda que nos lleva directamente hasta la piscina allí formada a partir de las aguas subterráneas. Tiene unas dimensiones aproximadas de 6 m de largo por 3m de ancho. Bajo sus aguas, y en uno de sus extremos, existe una pequeña cueva que según algunas voces cuentan, comunica con la cueva de los Riscos. El agua que encontramos en este baño es cálida, aunque no tanto como la de los Baños Chicos, pues estas son termales y tienen su reconocimiento como tal desde el año 2006.

                     

• La cueva de los Riscos. 

  Se accede a ella dejando atrás el Baño Grande y continuando por el camino lleno de árboles que encontramos a nuestra derecha. Se trata de una senda un poco oculta, y con un acceso algo más complicado, pero cruzando unos pocos matorrales y arbustos llegamos a una explanada justo al lado del río. Aquí es donde vemos 2 cuevas, una a ras de suelo y una más elevada. Se puede acceder a ellas, están divididas en diferentes salas formadas con las mismas rocas de la montaña. Si decides adentrarte en ellas ¡ten mucho cuidado! Estas cuevas tienen bastante humedad lo que puede hacer que el terreno sea muy resbaladizo.

     

• Baños Chicos. 

  Continuando por el camino principal donde encontramos el poste informativo de la dirección de cada baño, hacía mano derecha bajando una pronunciada cuesta llegamos a los Baños Chicos. 2 pequeñas piscinas de poca profundidad y reducidas dimensiones, formadas a partir de las filtraciones de agua proveniente de Sierra Nevada. Es algo llamativo, que el agua procedente de esta sierra llegue a estos baños y pase a ser agua termal. Su temperatura siempre ronda los 25ºC, y son unas aguas muy reconocidas por todas las propiedades minerales y medicinales que nos pueden aportar.

  

Si continuamos, dejando atrás los baños chicos llegaremos al río Dúrcal continuando por su recorrido llegamos a lo que se conoce como la Cascada del Arroyo del Alcázar.

4. Senda del Padre Ferrer hasta la Cruz de la Atalaya, Padul. 

Esta ruta es bastante sencilla. Se comienza desde la carretera de Padul (N-323) donde hay un apartadero para dejar el vehículo. En el mismo lugar encontramos el poste informativo con las indicciones para realizar esta ruta. 

Comenzamos a avanzar por la senda rodeada de almendros hasta dar con el primer cruce de caminos. Cogemos el camino hacia la derecha, pasando por las canteras hacia la zona habilitada para el paso con escaleras y barandas de madera. En este punto podemos encontrar un mirador con unas bonitas vistas. 

Llegando al próximo desvío continuamos hacia la izquierda y ascendemos por una senda rodeada de grandes pinos y unas vistas espectaculares de todo el territorio del Padul. Terminando esta senda, llegamos al cortafuegos por donde se accede a la Cruz de la Atalaya. En este punto tenemos unas vistas panorámicas espectaculares de Padul, la laguna, el valle e incluso Sierra Nevada. 

En esta misma zona podemos encontrar otras pequeñas rutas senderistas como la Ruta Piedra Ventana y Silleta del Padul.

5. Barranco de la Luna, Saleres.

Comenzamos esta ruta partiendo del cementerio de Saleres donde dejamos el coche en una explanada que hay en la entrada. Dejando el cementerio a la derecha tenemos que ascender hasta el primer sendero que vemos. Esta ruta no se encuentra señalizada por ningún tipo de poste informativo, por lo que puede ser más fácil despistarse. Lo ideal para que no ocurra es seguir el ruido del río por el que tenemos que realizar esta ruta. 

Continuamos por el sendero hasta que comenzamos a ver grandes paredes de rocas. Seguidamente encontramos 2 explanadas llenas de diferentes árboles, las atravesamos y continuamos recto. En este punto comenzamos la ruta por el agua. 

Estamos rodeados de una gran vegetación y una gran sombra gracias a las altas paredes del desfiladero en el que nos encontramos. Avanzamos siguiendo las aguas del río y vemos como cada vez más las paredes se van estrechando. Salvamos algunas pequeñas pozas formadas por rocas hasta la zona final del trayecto, la más bonita a nuestro parecer. 

Ascendemos por un pequeño sendero a la derecha, en la próxima bifurcación de nuevo a la derecha, y por último a la izquierda por un pequeño sendero que nos lleva hasta la explanada del cementerio. 

Os recomendamos realizar esta ruta senderista con un calzado adecuado pues se va a mojar. Tened también en cuenta que debe realizarse un día en el que no se prevea lluvia, pues el caudal podría aumentar y sería mucho más complicada y peligrosa.

Mucho más que descubrir en el Valle de Lecrín

Además de estas rutas senderistas en el Valle de Lecrín, existen otros muchos lugares que explorar en nuestros fantásticos pueblos. 

Si estás interesado en conocer más sobre nuestro entorno échale un vistazo a nuestro artículo sobre los pueblos que conforman nuestra comarca El Valle de Lecrín.

Pero, sobre todo, no te quedes sin visitarnos. En nuestra casa rural Cortijo Rizao encontrarás una de las mejores localizaciones para realizar todas estas rutas. 

¡Hay mucho por descubrir! ¡Te esperamos! 

📍 Carretera de Nigüelas s/n, Cortijo Rizao 

📲 617 80 67 99 (WhatsApp) – 678 17 11 52 

📩 cortijorizao@gmail.com